Fidel Castro había sido una preocupación para los políticos estadounidenses desde que tomó el poder en Cuba con una revolución en enero de 1959.
Los ataques de Castro a empresas e intereses estadounidenses en Cuba, su retórica incendiaria antiestadounidense y el movimiento de Cuba hacia una relación más estrecha con la Unión Soviética llevó a funcionarios estadounidenses a concluir que el líder cubano era una amenaza para los intereses estadounidenses en el hemisferio occidental.
En marzo de 1960, el presidente Dwight D. Eisenhower ordenó a la CIA que entrenará y armará una fuerza de exiliados cubanos para un ataque armado contra Cuba.
John F. Kennedy heredó este programa cuando asumió la presidencia en 1961.
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Invasión de Bahía Cochinos
Aunque muchos de sus asesores militares indicaron que un ataque anfibio a Cuba por parte de un grupo de exiliados con armas ligeras tenía pocas posibilidades de éxito, Kennedy dio luz verde al ataque.
El 17 de abril de 1961, alrededor de 1200 exiliados, armados con armas estadounidenses y utilizando lanchas de desembarco estadounidenses, desembarcaron en Bahía de Cochinos en Cuba.
La esperanza era que la fuerza del exilio sirviera como punto de reunión para la ciudadanía cubana, que se levantaría y derrocaría al gobierno de Castro.
El plan se vino abajo de inmediato: la fuerza de desembarco se encontró con contraataques inesperadamente rápidos del ejército de Castro, la diminuta fuerza aérea cubana hundió la mayoría de los barcos de suministro de los exiliados, Estados Unidos se abstuvo de brindar el apoyo aéreo necesario y el esperado levantamiento nunca sucedió.
El Fracaso de la Invasión de Bahía Cochinos
El fracaso de Bahía de Cochinos le costó caro a Estados Unidos. Castro usó el ataque de los “imperialistas yanquis” para solidificar su poder en Cuba y solicitó ayuda militar soviética adicional.
Eventualmente, esa ayuda incluyó misiles, y la construcción de bases de misiles en Cuba provocó la Crisis de los Misiles Cubanos de octubre de 1962.
Además, en gran parte de América Latina, Estados Unidos fue ridiculizado por su uso de la fuerza armada para tratar de derrocar a Castro, un hombre que muchos consideraban un héroe por su postura contra la interferencia y el imperialismo de Estados Unidos.
Kennedy trató de redimirse aceptando públicamente la culpa por el ataque y su posterior fracaso, pero la misión fallida dejó al joven presidente vulnerable e indeciso.
Liberación de Prisioneros
Los miembros capturados de la fuerza de invasión fueron encarcelados.
La administración Kennedy apoyó extraoficialmente los intentos de rescatar a los prisioneros, pero los esfuerzos del Comité de Tractores por la Libertad, encabezado por Eleanor Roosevelt, no lograron recaudar los $ 28,000,000 necesarios para el equipo pesado de construcción exigido por Castro como reparación.
Las condiciones para el rescate cambiaron varias veces durante los siguientes meses; después de arduas negociaciones por parte de James B. Donovan, Castro finalmente acordó liberar a los prisioneros a cambio de $ 53,000,000 en alimentos y medicinas. Entre diciembre de 1962 y julio de 1965 los sobrevivientes fueron devueltos a Estados Unidos.
Video sobre la Invasión de Bahía Cochinos
Este es un buen video que explica los antecedentes, los eventos y posterior a la invasión de Bahía Cochinos